Etapa 2 Mini Transat Las Palmas-Martinique.
Pep Costa nos cuenta su experiencia.
Todavía no he digerido éste pedazo de aventura, por lo que las palabras no salen con facilidad.
UN PRINCIPIO MUY DURO 👊
Los nervios, la incertidumbre, y el saber que nunca antes había navegado 2700 seguidas en solitario y sin asistencia suponían un reto inmensurable. Sumarle un Océano Atlántico de por en medio hacía que el principio fuese muy duro. La salida de la segunda etapa desde las Palmas fue muy movida, con vientos fuertes entre 20/25 knts y la ola típica canaria que nos daba una primera taza de lo que nos esperaba en el Atlántico. Se supone que la primera noche es emocionalmente la más dura, per también fue una de las más duras a nivel meteorológico. Empezar una regata así nunca es fácil. Como iba contando, la salida fue complicada, ya que se trató de una salida de empopada con mas de 80 barcos, viento fuerte y todos los spis arriba. Mi única opción fue ser prudente. Opté por una configuración de velas bastante conservadora con un rizo en la mayor y otro en el spi medio. A medida que el viento empezó a ganar intensidad decidí cambiar el spi medio por un Code 5, que es otro tipo de spi mucho más plano y pequeño. La idea es rebajar intensidad y potencia al barco cuando notas que se empieza a descontrolar. Sin embargo, el Code 5 duró poco, ya que se rompió en la izada. Fue un momento muy frustrante porque era consciente de que iba a necesitar esa vela en los futuros días con las condiciones que estaban previstas. Imagino que fue por culpa de los nervios acerca de la meteo y del estrés con el que comencé la etapa, pero enfermé muy rápidamente. Migrañas, dolor de estómago y vómitos que consiguieron deshidratarme rápidamente hasta que mi única opción fue volver a ponerme en forma y recuperarme para no perder la regata. Mientras tanto, después de una primera noche muy dura, vi que mi foque se había roto por el puño de amura. Tuve que arriarlo por completo, llevarlo atrás y coserlo adecuadamente para que aguantase toda la regata. Así fue. Después, a medida que los días avanzaban sin mayores inconvenientes, mi cuerpo reaccionó de forma positiva y volvió a la competición.
OPCIÓN OESTE 🌎
A causa de la falta de comunicación con nuestro equipo de tierra, la estrategia se define basándote en la información que tenías antes de la salida y las actualizaciones meteorológicas que te dicen por la BLU una vez al día, de 15 a 16 hora UTC. No tardé en decidir que la mejor opción para mi era dirigirme un poco más al norte que el resto de las embarcaciones, dirigiéndome de tal forma hacia el Oeste y buscar un role (cambio de dirección del viento) del Anticiclón de los Azores que me ayudase a bajar con velocidad y con una dirección muy positiva respecto a los demás patrones. Hubo un par de días en los que me quedé tirado en una zona de tormentas y vientos muy variables. Parecía que podría cruzar esta zona bastante rápido pero no fue para nada así. Por lo contrario, me quedé anclado a ésta sin posibilidad de salir y conforme pasaban los días, bajaban mis ánimos. No tengo palabras para explicar la sensación de soledad y de fracaso que sentí. Fueron tres días en los que no me dejé de plantear ni un solo segundo si había tomado la decisión correcta y si debería hacer algo para cambiarla. Decidí mantenerme firme a mis convicciones y confiar en que el resultado esperado llegaría, tarde o temprano. El trabajo fue constante para intentar ganar cualquier milla dentro de aquella catástrofe sin viento pero con mucha lluvia y nubes que imponían muchísimo respeto. A medida que la proa de mi barco apuntaba hacia la dirección en la que se encontraba la línea de llegada en la isla de Martinica, supe que era la oportunidad que había esperado y que había llegado el momento de dejarnos la piel.
UNA BAJADA HACIA EL SW DE LOCOS 🚀🌊⛵️
Esperaba un poco de rock’n’roll durante la bajada de la que os estoy hablando, pero lo que pasó se queda fuera de cualquier expectativa que pudiese tener. Al principio me sentí valiente para subir el spi grande, pero tardé poco en reducir el tamaño de la vela hasta verme con 25 knts de nuevo y unas olas gigantes que entraban por la popa y me hicieron bajar como una bala durante 2 días con el solent rizado y dos rizos en la mayor. En estos momentos el barco baja las olas como si se tratara de una tabla de surf y coge velocidades muy altas. Mi velocidad media planeando las olas fue de unos 13 knts, pero batí mi propio récord a bordo del Tip Top Too con una velocidad de 18 knts teniendo en cuenta que llevaba las velas muy reducidas. Para aquellos que no os lo imagináis, es como un coche que va a 40 km/h, pero vamos a poner este mismo coche sin motor y en medio de una serie de olas de 6 metros de altura. Es una aventura de locos. La sensación principal en estos momentos es que el barco va a explotar. Llega un momento en el que te preguntas si deberías bajar un poco el ritmo, pero mi respuesta fue clara: NO. Confiaba plenamente en mi barco, en el material, y en mis capacidades de llevarlo al otro lado del Atlántico, así que no nos íbamos a asustar por alguna montaña rusa en medio de la nada, o lo que vendría a ser lo mismo, en medio del Atlántico. A pesar de ello, sentí la necesidad de reparar el Code 5 para no quedarme con la sensación de que podría haberle dado más seguridad al barco. Esa misma noche pasé cuatro horas cosiendo la ruptura para que estuviese listo para volver a navegar, pero no duró mucho. Me quedo con la experiencia y con el hecho de saber que hubiese sido más fácil no intentarlo nunca y lo hice de todos modos.
EL VIENTO POCO A POCO EMPEZÓ A BAJAR… 🤔
Llegó el momento de volver a preparar el barco para condiciones de poco viento. Eso significa soltar los rizos que me habían acompañado a lo largo de los últimos días para ganar más superficie de vela y por tanto más potencia. Esta potencia tardó en verse reducida, ya que las olas se mantuvieron bastante grandes, por lo que opté por navegar con el gennaker. Esta vela es enrollable, por lo que facilita la navegación en caso de chubascos fuertes, ya que se puede enrollar mientras el chubasco pasa y luego volver a soltarla. Una vez al día, cuando decían la clasificación por la BLU seguía escuchando que ganaba más y más posiciones, lo que me cargaba muchísimo las pilas y me hacía darme cuenta de que la opción que tanto había meditado empezaba a dar sus frutos. Era el momento de llevar el barco al máximo.
EL BALCÓN 😱😨😰
Cuando faltaban algo más de 700 millas para cruzar la línea de llegada me di cuenta de que el balcón estaba roto justo por encima del eje de rotación del botalón y del herraje del stay. La mente me volvió a dar un vuelco y entré en modo conservador de nuevo. No sabía si el balcón se podía romper por completo y quedarme sin proa. Lo primero que se me ocurrió fue hacer un par de lashings que presionaban el balcón hacia abajo con el objetivo de que no se arrancara de cuajo. Una vez más, pensé que mis posibilidades de remontar la regata se habían acabado, ya que me vi limitado a navegar con el gennaker a pesar de que el viento era lo suficientemente fuerte para subir el spi porque no confiaba en la durabilidad del balcón. Sin embargo, el día siguiente, cuando volvieron a cantar las posiciones por la BLU, me doy cuenta de que no solo no he perdido ninguna posición, sino que he seguido remontando y estoy en el TOP 10. Estaba tan eufórico que mi cuerpo pedía llevar el barco al máximo, a pesar de que mi cabeza me obligaba a avanzar con cuidado. Me decía a mí mismo que si conseguía no romper más cosas que me ralentizaran todavía más, iba a conseguirlo.
PÉTOLE 😐
No podía haber un principio de infarto sin un final de agonía. Las condiciones de poco viento a las que tanto me acostumbré navegando en el Mediterráneo durante la Calif me acompañaron para cerrar la etapa de la Mini Transat. Durante los dos últimos días en ningún momento tuve más de 4 nudos de viento, me sentía como si hubiese lanzado el ancla al agua. Sumergía la cámara de video enganchada a un palo para asegurarme de que no tenía algas que me estuviesen frenando. Pensaba que era imposible ir tan lento a tan pocas millas de la llegada. ¡Qué desesperante! La situación era para volverse loco, pero las palabras de Dídac me hicieron tomar otro rumbo. Él siempre dice que en condiciones de poco viento la diferencia la marca aquel que consigue concentrarse. Me lo tomé al pie de la letra. Los dos últimos días no dormí nada y aproveché cada oportunidad que tuve. A todo el estrés se le sumaba el calor asfixiante que hacía. Durante el día llegué a tener 35ºC, el barco parecía un horno. Intenté ducharme con constancia e hidratarme al máximo posible para aguantar las últimas horas con toda la energía posible. Esta actitud me trajo buena fortuna y seguí avanzando en la clasificación para situarme en 8a posición a escasas millas de la llegada. La clasificación final de la Mini Transat se hace calculando una media del tiempo entre las dos etapas. Antes de la salida de la segunda etapa anoté en un cuaderno los tiempos de diferencia que había entre todos los barcos de mi categoría durante la primera etapa. Me dediqué a hacer cálculos teniendo en cuenta la información que nos comentaban por la BLU de las llegadas de algunos skippers y de la distancia hasta la línea de llegada de otros. Si mis cálculos no fallaban acababa en 8a posición no solo la segunda etapa sino también la Mini Transat 2019. ¿Era posible?
UNA LLEGADA ESPECTACULAR 😍⛵️❤️
La última noche fue la guinda del pastel. Tardé aproximadamente 12 horas para recorrer 30 millas y por si nu fuera poco, fueron 12 horas de noche y de oscuridad. Con la salida del sol empecé a distinguir la línea de llegada y me comuniqué con el comité de la regata para anunciar que estaba a punto de finalizar. Al cabo de unos minutos, unos barcos en los que iba mi familia, miembros de la organización de la regata y Franck Colin que había llegado unas horas antes que yo salían a recibirme. Fue el momento en el que me di cuenta de que ya no estaba solo y de todo lo que había hecho. Pocos minutos más tarde crucé la línea de llegada y terminé una etapa sabiendo que lo había dado todo en cada milla del camino y que había conseguido un resultado que jamás hubiese soñado. Siempre me habían dicho que tu primera Mini Transat te acompaña para toda la vida, que a escala, es uno de los retos más duros a los que cualquier navegante se puede enfrentar. De momento no tengo otras experiencias con las que compararlo, pero estoy seguro de que no van a tardar en llegar. Me gustaría hacer una mención especial por todos aquellos que se han quedado por el camino, especialmente aquellos que han debido abandonar sus embarcaciones por su propia seguridad. Ha sido un honor compartir esta experiencia con vosotros y os deseo toda la suerte del mundo para vuestra siguiente Transat. En cuanto a los ganadores de la edición, mis más sinceras felicitaciones. Creo que no habría podido elegir una mejor generación con la que batirme, o más bien de la que aprender.
ORGULLO 💪🙏
Si tengo que definir el proyecto con una palabra, es ORGULLO. A lo largo de estos meses he aprendido a valorar el trabajo que todo el mundo ha invertido en mi proyecto. Hemos conseguido hacer de un sueño individual un proyecto colectivo, un barco en el que al menos un centenar de personas ha contribuido de un modo u otro. Siempre había pensado que el presupuesto era la limitación más grande de un proyecto, y a pesar de que no puedo negar que es algo vital para que salga hacia adelante, lo más importante es la energía de aquellos que lo integran. Nuestro equipo, con un presupuesto bajo y un barco del 2003 hemos conseguido cumplir un reto grandísimo y estando a la altura de las circunstancias. He hecho historia convirtiéndome en el regatista más joven de la Mini Transat en categoría prototipo. Gracias, gracias infinitas a todos por formar parte de esto. Gracias a todos los que habéis creído en mí desde el principio, os tengo y os tendré presentes toda mi vida. Gracias a mis sponsors, es increíble lo que me habéis ayudado y sin vosotros nada hubiese sido lo mismo. Gracias a mi familia por el apoyo, y a los amigos que han estado en cada etapa del camino. Es imposible no mencionar a una segunda familia de este proyecto, que han sido los alumnos del INB y Edgar, trabajando con toda su pasión e ilusión, haciendo que el barco sea un espectáculo en rendimiento y que a parte esté más bonito que nunca. No sabéis la confianza que me ha dado vuestro trabajo mientras cruzaba el Atlántico. Por último pero no menos importante, gracias a Didac Costa. He tenido el placer de poder contar con tu apoyo incondicional en todo el proyecto y también en mi vida personal. Has sido la herramienta principal que me ha enseñado rápido y me ha hecho encontrar la confianza para terminar este reto. Te has portado como el maestro que eres y ahora toca trabajar en tu proyecto.
GANAS DE MÁS 😏👊💪
Ahora que este proyecto se ha acabado, solo tengo ganas de abrir nuevas puertas. Todavía es muy pronto para decir nada, pero tened claro que con las ganas que tengo de volver a salir al agua, ya estamos trabajando para que pronto vuelva a ser así!
GRACIAS 🙏❤️
GRACIAS A TODOS los que me apoyan y me siguen día a día. Sois vosotros los que me hacéis fuerte y me dais ganas de sobrepasarme día a día y no creer más de la cuenta en los limites. Esto no ha hecho nada más que empezar, espero que hayáis disfrutado muchísimo de éste CAPITULO 1. CONTINUARÁ… 😜
-Pep
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